Dr. Luciano Domínguez Soto (1929-2021). Una vida dedicada a la Dermatología

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Maria Elisa Vega Memije

Resumen

Dr. Luciano Domínguez Soto (1929-2021). A life dedicated to Dermatology.

Dermatol Rev Mex. 2021; 65 (4): 672-674. https://doi.org/10.24245/dermatolrevmex.v65i4.6621

María Elisa Vega-Memije

Coeditora.

Formación académica y profesional

El Dr. Luciano Domínguez Soto, médico dermatólogo, nació en la Ciudad de México el 30 de abril de 1929 y falleció el 18 de mayo de 2021.

Realizó sus estudios universitarios en la Universidad Nacional Autónoma de México, en el edificio de la antigua escuela de medicina en Santo Domingo, Ciudad de México. Su primer contacto con la dermatología lo tuvo en el Instituto de Salubridad y Enfermedades Tropicales, donde fue maestro de asignatura en dermatología y de posgrado. Trabajó durante una temporada en el Hospital Médico Naval, posteriormente, en 1977, junto con la Dra. María Teresa Hojyo Tomoka inició la consulta dermatológica en el Hospital General Dr. Manuel Gea González de la Secretaría de Salud y era consultor de dermatología en los Institutos Nacional de Cardiología y de Enfermedades de la Nutrición.

Legado y formación de nuevas generaciones

En marzo de 1983, cuando ya me había incorporado a trabajar en el servicio de dermatología, se inició el curso de especialidad, avalado por la División de Posgrado de la Facultad de Medicina de la UNAM con dos primeros residentes y se fueron sucediendo una tras otra las generaciones de jóvenes dermatólogos que deseaban ingresar a un curso universitario cada vez más reconocido en el ámbito nacional e internacional. El apoyo e impulso académico y personal que el Dr. Domínguez ejerció en sus médicos adscritos, residentes y dermatólogos allegados es reconocido por propios y extraños.

Tuvo un interés especial por estudiar las dermatosis que consideraba propias de los mestizos mexicanos y latinoamericanos, como el prurigo actínico y la dermatosis cenicienta, de las que realizó varios artículos científicos publicados en revistas nacionales e internacionales.

Un camino que abrió puertas a nivel nacional e internacional

El Dr. Domínguez destacó por ser excelente organizador y promotor de eventos académicos, como congresos, simposios, talleres, clínicas (pediatría, boca, uñas, tumores cutáneos, heridas), sesiones interhospitalarias para los residentes, creación de departamentos de micología y dermatopatología; cursos para médicos generales, que se realizaban en la Ciudad de México y en diferentes ciudades del país, con el fin de promover la dermatología y realizar educación médica continua, invitaba a profesores dermatólogos extranjeros y nacionales ampliamente reconocidos en el medio dermatológico, entre los que se encontraban los doctores John Epstein, Samuel Moschella, Albert Kligman, Luis Díaz, Jean Civatte, Stephen Katz, Henry Lim, Hernán Corrales, Mauricio Goihman, Fabio Londoño, Juan Honeyman, Rafael Falabella, Anthar Padilha, Sebastiao Almeida Sampaio, Rubem David Azulay, León Jaimovich, Jorge Abulafia, Ana Kaminsky y sus amigos nacionales Lourdes Tamayo, Amado González, Ramón Ruiz Maldonado, Amado Saúl, Josefa Novales y Yolanda Ortiz, entre muchos otros.

Durante la organización del Congreso Mundial de Dermatología en 1977 que se celebró en la Ciudad de México (hay que mencionar que fue al primer país latinoamericano que se le otorgó la sede), el Dr. Luciano Domínguez Soto fungió como secretario ejecutivo y junto con su equipo de trabajo logró que este congreso fuera un éxito, por lo que se dio a conocer en el medio dermatológico internacional y formó parte del Comité Organizador y de la Sociedad Internacional de Sociedades Dermatológicas en forma permanente.

Actividades en agrupaciones médicas

Fue miembro de las mesas directivas de la Academia Mexicana de Dermatología y del CILAD, en esta última agrupación fue nombrado Maestro de la Dermatología Ibero-latinoamericana en 1999.

El Dr. Domínguez ingresó a la Academia Nacional de Medicina de México en 1991. Esta agrupación significó para él una referencia de excelencia por lo que trabajó intensamente dentro de ella en diferentes comités e impulsó a los médicos adscritos a su servicio para que ingresaran como miembros numerarios. Hasta su fallecimiento fue Coordinador del Boletín de Información de Evaluación Clínica y Terapéutica.

En 2019 fue nombrado Miembro Honorario de esta Academia.

Además de los eventos académicos, organizaba una vez al año una sesión cultural, donde se abordaban temas sobre diversos aspectos del arte (música, literatura, cinematografía, etc.) que terminaban con una interpretación de música clásica, que plasmaba su gran interés a la música culta, incluida la ópera, que desarrolló durante gran parte de su vida y que influyó e inculcó en muchas de las personas que estábamos muy cerca de él. Le gustaba que los eventos académicos terminaran con reuniones sociales, que eran de lo más amenas, donde convivía con los participantes y los residentes.

En 2016 la Junta de Gobierno del Hospital General Dr. Manuel Gea González, por primera ocasión en la historia de la institución, designó al Dr. Luciano Domínguez Soto como decano, debido a su brillante trayectoria y méritos académicos.

Su lado humano

El Dr. Domínguez centró su vida y dedicación a su familia, su esposa, cuatro hijos y nueve nietos, quienes le reconocen el amor e importancia que expresó siempre hacia ellos. Además, al trabajo hospitalario y a la dermatología que fueron los otros impulsores de su vida; administrativamente se jubiló en 2015, pero no dejó de asistir al hospital hasta el inicio de la pandemia de 2020 y a la consulta privada por vía remota hasta una semana antes de su muerte.

Liderazgo

Las cualidades que destaco de él son las de un líder, con una visión y propósitos muy bien definidos, como fue el de crear un servicio y curso de Dermatología de excelencia; ser generoso, a sus colaboradores nos empoderaba y decía que el único mérito que él tenía era haberse rodeado de personas valiosas; fue persistente e innovador con apertura de mente a la tecnología y nuevas estrategias.

Reconocimiento

Sus compañeros de trabajo y académicos, alumnos, dermatólogos afines y asiduos a todas las actividades que organizaba, así como sus incontables pacientes lo tendremos siempre presente y reconocemos su labor en la dermatología mexicana y al legado cultural que nos heredó.

Descanse en paz el Dr. Domínguez con nuestro respetuoso reconocimiento y cariño.


 

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In Memoriam