Breve receta médica empleada por boticarios para el manejo de quemaduras en el Nuevo Reino de Granada
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Resumen
A finales del siglo XV con la llegada de los conquistadores españoles al continente americano se generó un intercambio cultural, étnico y tecnológico entre ambas regiones, contribuyendo a su vez en un avance médico significativo dado que implementaron conocimientos y prácticas médicas traídas desde el viejo continente 1,2. Durante la mitad del siglo XVIII en el Nuevo Reino de Granada la vida y salud humana se reconocían como pilares fundamentales en el desarrollo del Nuevo Mundo y en la lucha contra las epidemias o males que azotaban la población en aquella época 3. Teniendo así, los libros y manuales de salud publicados en este siglo una gran relevancia en la historia de la medicina, ya que aportaban recetas, remedios y fórmulas curativas contra diversas enfermedades. Los autores de estos libros eran generalmente sacerdotes o damas de caridad que actuaban en nombre de la ley divina con el propósito de ayudar a los más pobres 4. Adicionalmente tenían un papel importante en la estructuración y dotación de boticas médicas para el servicio a la comunidad, siendo usual que en las huertas de los conventos se sembraran hierbas que eran utilizadas en la preparación de los remedios 5. Las boticas hacían parte del sistema médico español que fue implantado en los dominios americanos y con el establecimiento de enfermerías y hospitales, los religiosos vieron la necesidad de producir y abastecer medicamentos, lo cual implicaba documentarse y estudiar más a fondo las fórmulas y compuestos químicos. Sin embargo, el uso de las plantas para prevenir, aliviar y curar enfermedades no tenía un sustento científico basado en la evidencia, desconociéndose así durante muchos años el mecanismo por el cual su uso era beneficioso, por tal motivo la actividad biológica de los componentes fitoquímicos era reconocida de forma empírica y deductiva 5,6.